PILAR + HECTOR

Cuando te comprometes a hacer un reportaje de boda te implicas física y emocionalmente con los novios y no es raro el llegar a emocionarse en algún momento. Pero si además conoces a la novia desde la infancia, mucho más. Gracias a Sergio Serón y su carruaje de caballos, Gómara – Soria – el pueblo de la infancia de la novia y de la fotógrafa – se transformó por unas horas en un rincón de Andalucia.