MIREYA + IKER

Mireya e Iker vinieron desde Vitoria a la pequeña aldea de Valdelavilla en las Tierras Altas sorianas para celebrar su boda. Les había encantado el lugar. Y la ventaja de poder alojarse con todos los invitados en las casitas del pueblo acabó por convencerles. En efecto, este pueblecito situado en un frondoso valle ofrece a los novios la posiblidad de dedicarlo exclusivamente a la celebración de la boda.

Mireya con su guirnalda de flores estaba en completa armonía con el paisaje, el pequeño Aymar disfrutó del sol y de naturaleza como nadie e Iker no dejó la sonrisa en todo el día.